Se puede decir que este fue el peor día de su vida, pero lo cierto es que Andrés Felipe Román fue movido por la varita de bendición este jueves. Si bien el futbolista no pasó el reconocimiento médico realizado por Boca Juniors, lo mejor de todas estas noticias es que se descubrió a tiempo una miocardiopatía hipertrófica, que incluso puede conducir a la muerte.
Cuando muchas personas lo sospechan, la cardiopatía congénita consiste en anomalías en el corazón o en los vasos sanguíneos adyacentes presentes en el recién nacido o el feto. Cabe señalar que ciertas enfermedades cardíacas se harán evidentes después de meses o años. En este caso, estamos hablando de una cardiopatía congénita, en la que el corazón tiene ciertos defectos congénitos, como un corazón incompleto, vasos sanguíneos estrechos, válvulas con fugas o agujeros en el tabique.
De hecho, según un estudio de la St George’s University de la Universidad de Londres, la tasa de mortalidad de los jóvenes futbolistas es tres veces mayor de lo que se pensaba anteriormente.
Sin embargo, además del golpe directo al corazón, cabe destacar que son muchos los casos de futbolistas que padecen enfermedades cardíacas y, con el tiempo, vuelven a estar en la cancha. Casos como Antonio Cassano y Nwankwo Kanu.
Por eso, Román recibió la noticia de una enfermedad muy grave que, si continúa jugando al fútbol, puede poner en peligro su vida. Aunque Millonarios aún no se ha pronunciado al respecto, la filial volverá al país, según varios cardiólogos que consultaron en Argentina al respecto, el procedimiento que se sigue es esperar tres meses y realizar una nueva exploración para visualizar la pared cardíaca. ¿Se normalizó?